LA BIOCLIMATIZACIÓN DE UNA VIVIENDA
Vivimos actualmente un período de creciente preocupación respecto al uso de la energía, que afecta a todos los actores implicados en el sector de la construcción. La administración legisla obligando a que los nuevos proyectos utilicen la energía de una forma más eficiente, los fabricantes desarrollan productos, equipos y sistemas cada vez más eficientes y los proyectistas tratan de conjugar todos estos requerimientos de forma práctica y atractiva para el usuario final.
Esta nueva forma de proyectar y construir es la que se conoce como sostenible.
La climatización en verano se ha convertido en los últimos tiempos en una necesidad, que ha hecho que las puntas de consumo energético se desplacen del invierno -como ocurría anteriormente- al verano, como consecuencia de la proliferación de equipos de aire acondicionado. Estamos asistiendo año tras año a nuevos records de consumo energético y sufriendo en ocasiones sobrecargas en la red que implican cortes de suministro.
Por todo ello vemos que el diseño del sistema de climatización de una vivienda o local es absolutamente fundamental a la hora de planificar la eficiencia energética de dicha construcción, lo que lleva a que se estén empezando a utilizar sistemas alternativos al aire acondicionado convencional de compresor para conseguir el confort en verano.
Unos de estos sistemas emergentes es el conocido como “bioclimatización”, que consiste en la utilización de equipos que generan aire fresco a partir de la evaporación del agua, sin recurrir a ningún tipo de compresor.
Estos sistemas se complementan perfectamente con las construcciones denominadas bioclimáticas, en las que se trata de conseguir la mayor eficiencia energética e integración en el entorno, tanto desde el punto de vista arquitectónico como constructivo. Así, se utilizan materiales sostenibles y se diseña teniendo en cuenta orientaciones, insolaciones en verano e invierno, ventilaciones cruzadas, etc.
En España tenemos un clima privilegiado, pero en ocasiones nos castiga con elevadas temperaturas, y es en ese momento cuando las estrategias y soluciones arquitectónicas resultan insuficientes para obtener el confort. Necesitamos entonces equipos que nos ayuden a rebajar la temperatura hasta alcanzar el denominado “grado de confort”.
En este punto es cuando el mercado demanda soluciones energéticamente eficientes, ecológicas y saludables. Todos y cada uno de estos requisitos son compatibles con el sistema de enfriamiento por evaporación de agua. Hasta ahora este sistema se utilizaba en aplicaciones industriales, granjas, invernaderos, etc. En este momento ya hay en el mercado equipos desarrollados exclusivamente para su aplicación residencial, con mayores requerimientos de rendimiento, control o ausencia de mantenimiento. Entre estos sistemas de última generación destaca la Serie ICON de BREEZAIR del fabricante Australiano Seeley International.
El principio de funcionamiento de estos equipos es el que utiliza la naturaleza para enfriar el aire: la evaporación del agua. De la misma forma que se refresca la brisa marina, estos equipos transforman el calor sensible del aire, la temperatura, en calor latente, es decir, en humedad. No existiendo variación energética.
Los equipos se alimentan de agua directamente de la red. Se hace circular el agua por medio de una bomba hasta un distribuidor en la parte superior. Se crea una cortina de agua que empapa de manera uniforme unos filtros de celulosa con estructura de nido de abeja. Un ventilador hace pasar el aire desde el exterior a través de estos filtros, consiguiendo un aire más fresco y más húmedo que el de entrada. De la temperatura del aire de entrada y de la humedad relativa que contenga ese aire dependerá la temperatura de rendimiento del equipo. En el caso de tener una temperatura exterior de 35ºC con humedad relativa del 20 %, un buen equipo bioclimatizador debe trabajar con un rendimiento de, al menos, un 80 %, con este rendimiento obtendríamos una temperatura de salida del aire en boca del equipo de 23º C.
Con este sistema de climatización se consiguen ahorros energéticos superiores al 80 % respecto a los equipos convencionales de aire acondicionado. Así tomando como ejemplo los equipos BREEZAIR Serie ICON, podemos climatizar una vivienda entera de unos 200 m² con una potencia instalada de 1100 W, ó 100 m² con una potencia instalada de 500 W. Por otra parte, al ser los motores de velocidad variable, a niveles bajos de ventilación se obtienen consumos energéticos de entre 70 y 150 W. Realmente el potencial de ahorro energético es muy destacable.
Las ventajas que aporta este tipo de climatización para su uso en viviendas son importantes en distintos aspectos:
Como hemos comentado, el ahorro energético permite climatizar íntegramente una vivienda 24 horas al día por un coste inferior a 50 Eur. mensuales, lo que lleva a que la inversión en climatización pueda ser amortizada en un breve plazo de tiempo únicamente con el ahorro energético generado.
Por otra parte, estaremos aportando al ambiente la humedad necesaria para la salud, al tiempo que generamos dentro de la vivienda una sobrepresión que impide la entrada de polvo, humos u olores mientras tenemos el espacio climatizado manteniendo abiertas puertas y ventanas.
La instalación de estos equipos se realiza habitualmente sobre la cubierta. El equipo monitoriza directamente el aire, que introduciremos dentro de la vivienda. La distribución del aire por las distintas dependencias se puede realizar de dos maneras: bien mediante una sencilla instalación de red de conductos que distribuya el aire a cada una de las estancias, bien utilizando la técnica de la “salida única” para toda la vivienda, aprovechando la sobrepresión generada, de forma que el aire se gestiona por la salida previamente designada para el mismo al exterior de la casa. De éste modo, conseguimos climatizar toda la vivienda, pero sin necesidad de crear una red de conductos por toda la casa, con el consiguiente ahorro en instalación.
Es importante el hecho de que podemos climatizar la vivienda mientras mantenemos abiertas puertas o ventanas. Parece coherente que quien ha decidido vivir en una vivienda unifamiliar, quiera disfrutar de “toda” la vivienda, incluidas terrazas ó jardín. Resulta muy gratificante disfrutar de una brisa de aire fresco mientras estamos en la terraza de nuestra vivienda, como si nos trasladáramos virtualmente a la orilla del mar.
La conclusión es que estos sistemas de bioclimatización tienen un sólido futuro y suficientes ventajas competitivas respecto a los equipos convencionales de aire acondicionado, como para imponerse en un mercado que cada día reclama soluciones más “eficientes” energéticamente, ecológicas y saludables.
Ventajas de la bioclimatización:
Eficiencia energética. Con 500 W. instalados podemos climatizar una vivienda de 100 m²
No utiliza gases refrigerantes. Climatiza como lo hace la naturaleza
Las puertas y ventanas pueden permanecer abiertas
Aportan la humedad necesaria para la salud de las personas, sin resecar el ambiente
Ventilación constante: elimina humos, olores y aire viciado
Aire 100 % nuevo, fresco y filtrado